La derrota sufrida por Llaneros Fútbol Club frente a los juveniles de Boca Juniors de Cali, con marcador de 0 a 1 gol, es la gota que rebosó el vaso y que llama con urgencia a tomar soluciones de fondo. La espera tocó límite, si se quiere reorientar el rumbo del equipo.

Al margen de algunas opciones de gol creadas en el segundo periodo, donde se salvó el visitante y que pudieron cambiar la historia del resultado, es evidente que otra vez no se jugó bien, y lo que es peor, que el onceno llanerista demostró de nuevo su orfandad en la potencia ofensiva.

Indistinto de la necesidad de ganar que tenía, más allá de que jugaba en su estadio, lo que de por sí condiciona a salir triunfador; basta poner en una balanza la experiencia y trayectoria entre una nómina y la otra, para concluir que la pérdida del local es lamentable, por ser generosos, y decir lo menos.

Dos partidos en su casa y dos caídas, la primera frente a un rival de peso como Deportes Quindío, y esta ante la cantera boquense; hace sonar las alarmas y lleva a pedir la aplicación de un revulsivo, si se quiere, desde luego, volver a la parte alta de la tabla de posiciones del Torneo Betplay.

Mal se haría asegurar que se adolece de plantilla. Jugadores hay con la condición técnica y el recorrido para ofrecer una mejor respuesta futbolística. Ese no es el punto, muchos equipos quisieran disponer de quienes integran hoy a Llaneros FC. ¿Si no se le gana a Boca Juniors de Cali?, algo está pasando, que exige una solución inmediata.

Movimientos desarticulados, acciones atropelladas, especialmente en el área contraria, balonazos a la ‘olla’ (como se decía en las viejas épocas) y falta de manejo en los ritmos; son algunas de las falencias proyectadas por el equipo que solo ha ganado uno de los cuatro partidos disputados.

Con cuatro puntos sumados de los 12 que tuvo en juego, el club llanerista mira para arriba en la clasificación y siente lo que es estar fuera del grupo de los primeros ocho. El dulce se le puso a mordiscos. La situación es comprometedora, y por lo mismo, demanda encontrar el porqué para salir del bache.
Al Llaneros Fútbol Club de antes, compuesto por juveniles, sobre todo, que a duras penas sobreaguaba y se mantenía en competencia; se le aceptaba no conseguir los resultados más favorables. La vara de exigencia, debe estar puesta, por supuesto, en la misma proporción de la capacidad disponible.
¡Todavía se está a tiempo de recomponer la marcha!

Autor / Alfonso Sierra Periodista Deportivo