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Sepelios inhumanos durante la pandemia

Sepelios inhumanos durante la pandemia
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Las restricciones que se vienen estableciendo en los funerales, como medida de prevención en la cuarentena, han sido calificadas como inhumanas.

Lejos de familiares, lejos de amigos y sin poder abrazar a las pocas personas que tienen cerca. De esa forma están afrontando la pérdida de un ser querido multitud de personas en Colombia, donde las funerarias han tenido que restringir la asistencia de personas, y donde se han establecido medidas de contención del coronavirus muy estrictas en los lugares en los que habitualmente se realizan ceremonias civiles o religiosas.

Así lo vivieron los familiares de José Edilberto, quien falleció en una clínica de la ciudad, víctima de una penosa enfermedad terminal. Los médicos les informaron a sus hijos que la alerta por covid-19 fue activado, y por consiguiente su padre tendría que ser cremado y sin posibilidad de despedirlo.

De acuerdo con los dolientes, en la historia clínica quedó claramente el motivo del deceso, por la enfermedad que lo aquejaba durante años. Pero posterior a la hora de fallecimiento, indicaron que se había tomado prueba para el coronavirus, atendiendo los protocolos, teniendo en cuenta que murió al interior de la Unidad de Cuidados Intensivos, donde el cuerpo pudo haberse contaminado.

Al principio les indicaron a los familiares que tenían la posibilidad de exigir por escrito que esperarían para obtener los resultados de la prueba, para descartar que fuera covid, y así poder hacer la velación.

Sin embargo, desde la clínica les señalaron que no tenían cuarto frío y no había posibilidad de esperar los 6 días que duran los resultados. Finalmente el cuerpo tuvo que ser cremado, sus hijos ni siquiera pudieron darle el último adiós y quedó la duda de si las cenizas que les entregaron correspondía al cuerpo de su ser querido.

Según explican los protocolos, en el caso de los fallecidos con COVID-19, no está permitido hacer apertura del féretro para una última despedida. Pero al parecer, según este hecho, se están presentando muchos casos de personas no confirmadas con covid a las que se les activa el protocolo, solamente por resumir el trámite administrativo y evitar posibles contagios, pasando por encima del dolor de los familiares.

Otro caso es el de Ramiro, quien ha perdido a su padre hace solo unos días, mantiene la entereza, pero asegura que asimilar todo lo que está viviendo su familia desde que su padre llegó al hospital está siendo verdaderamente difícil.

No poder acompañarlo mientras estaba ingresado, dice, fue “criminal”, pero no poder mantener un contacto físico con los suyos tras la pérdida es algo “inhumano”.

“Es inhumano no poder abrazarse en el dolor. El olor, el contacto, el sentir que estás vivo junto a otra persona viva y que lloras porque uno de los tuyos ha partido para siempre… Eso es necesario para no volverse loco y morir por dentro”, explica.

Se les ha prohibido el velatorio y el entierro, para casos no covid, tendrá que realizarse en la más estricta intimidad. «Será la soledad representada por seis hermanos y una madre despidiendo al que lo ha sido todo en la familia”, dice.

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