Tras el asesinato de Olga Lucía Hernández, en Vichada, los líderes sociales de la región pidieron a las autoridades proteger sus vidas.
El ataque contra la presidenta de la junta de acción comunal de Puerto Nariño, jurisdicción de Cumaribo, ocurrido la semana pasada, se convirtió en el detonante social, ya que varios líderes han tenido que abandonar la zona y otros siguen exigiendo la presencia de la fuerza pública.
“Nuestra compañera Olga tenía amenazas de muerte y las autoridades conocían la situación pero no tomaron acciones”, señalaron algunos compañeros de actividades de la víctima.
De acuerdo con el informe preliminar, el homicidio de Hernández sería autoría de sujetos que pertenecen a disidencias de las FARC.