Después de varios intentos por primera vez este proyecto culmina los cuatro debates en el congreso de la república, ahora resta unificar el texto bajo el cual quedara normado el borrón y cuenta nueva al reporte de los morosos en las centrales de información.
Sin duda alguna este proyecto abre las puertas y retira el veto a varios colombianos que, a causa del incumplimiento en el pago de sus obligaciones con Bancos, compañías de financiamiento, compañías de celular y demás empresas que reportan el comportamiento de sus deudores en las centrales de información se encontraban bloqueados para endeudarse.
Hasta aquí parece una medida muy alentadora, teniendo en cuenta que muchos de estos reportes obedecen a errores en los sistemas de información de quienes reportan a sus deudores o como en muchos otros casos fueron víctimas de suplantaciones. Sin embargo, esta medida deja también a las entidades financieras y a muchos comerciantes de bienes y servicios sin información del hábito de pago de sus posibles clientes o mejor dicho posibles deudores.
Esta situación puede conllevar a dos posibles escenarios sobre los cuales no se hace mucho énfasis, seguramente porque se trata de una medida populista en un momento en el que la imagen de los congresistas necesita ser recuperada.
El primer posible escenario es que tanto las entidades financieras como las empresas que habitualmente otorgaban crédito empiecen a ser más rigurosas en la solicitud de documentación y garantías a sus clientes, es decir le pongan la vara más alta. Por no mencionar que algunos de los segmentos del mercado pueden llegar a ser restringidos por completo dada la incertidumbre que genera no contar con el historial de pago de los clientes.
La segunda posibilidad es que no se realicen restricciones y se continúen con las mismas políticas de crédito excluyendo la calificación otorgada por las centrales de información, escenario que en el corto plazo genera una mayor dinámica del consumo por la disponibilidad del efectivo vía crédito, decisión que puede tener un grave efecto de rebote cuando los indicadores de cartera vencida se eleven y la forma de mantener el equilibrio sea un alza descomunal en las tasas de interés acompañado de una posible reforma tributaria para darle estabilidad al sistema financiero. Es decir que estaríamos llegando a una cura que podría ser más perjudicial que la misma enfermedad. Y con esto no pretendo decir que no hay nada por hacer, pero tal vez son decisiones que no generan tanta popularidad como, por ejemplo: qué tal si se endurecen las sanciones para quienes generen reportes erróneos o inconsistentes o si tal vez el gobierno genere avales complementarios para quienes están reportados y quieren recuperar su credibilidad en el mercado financiero.
¿Ustedes qué opinan?
A. B. C.
Finanzas