En medio del escándalo que sacude a la UNGRD, Carlos Ramón González hizo maniobras financieras en silencio: vendió propiedades millonarias a familiares y transfirió inmuebles justo antes de que la Fiscalía ordenara rastrear sus bienes. ¿Casualidad o estrategia para evadir a la justicia?

Estas movidas han generado sospechas sobre un posible intento de blindarse ante las investigaciones. Las autoridades ahora siguen el rastro del dinero y de las propiedades que cambiaron de manos misteriosamente. El país exige respuestas.